El mercado de la alimentación, como es bien sabido, es uno de los principales motores de las exportaciones españolas, y en el caso de China no es una excepción. En los últimos años hemos asistido en la venta de todo tipo de productos: miel, snacks, mermelada, pastas, bollería, frutos secos, bebidas nutritivas, zumos de fruta, platos congelados, salsas y condimentos, etc.